Millones de computadoras quedan obsoletas cada año y este octubre no será la excepción. Sin embargo, a diferencia de años anteriores, esta vez se está promoviendo una alternativa más sostenible: el software libre.
El software libre es un movimiento que busca brindar a los usuarios la libertad de utilizar, estudiar, modificar y distribuir programas de computadora según sus necesidades. Esto significa que el usuario tiene el control total sobre el software que está utilizando, en lugar de depender de empresas y sus políticas de actualización y obsolescencia.
El 14 de octubre de 2025 es la fecha límite establecida por Microsoft para el fin del soporte de Windows 10, lo que significa que millones de computadoras se quedarán sin actualizaciones de seguridad y nuevas funciones. Esto obligará a los usuarios a actualizar a una nueva versión de Windows o a cambiar a un sistema operativo completamente diferente.
Sin embargo, el software libre ofrece una alternativa sostenible a esta situación. En lugar de depender de una única empresa, existen múltiples opciones de sistemas operativos basados en software libre, como Linux y FreeBSD. Estos sistemas operativos están en constante desarrollo y ofrecen actualizaciones y mejoras de forma gratuita y sin restricciones.
Además, el software libre no solo se limita a sistemas operativos, sino que también incluye una amplia variedad de programas y aplicaciones, desde suites de oficina hasta herramientas de diseño gráfico y edición de video. Estos programas son desarrollados por una comunidad de colaboradores y están disponibles de forma gratuita para cualquier usuario.
Una de las principales ventajas del software libre es su limpidez y seguridad. Al ser de código abierto, cualquier persona puede acceder al código fuente y detectar y corregir posibles vulnerabilidades de seguridad. Esto hace que el software libre sea una opción más segura en comparación con el software propietario, que no permite el acceso al código fuente y depende de la empresa para solucionar problemas de seguridad.
Otro beneficio del software libre es su capacidad de personalización. Al ser libre de restricciones de licencias y derechos de autor, los usuarios tienen la libertad de modificar el software según sus necesidades y compartirlo con otros usuarios. Esto promueve la colaboración y la mejora continua del software, lo que se traduce en un producto final de mayor calidad.
Además, el software libre también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Al no depender de la producción y distribución de nuevos productos cada vez que se lanza una actualización, se reduce la huella de carbono y se promueve una economía más sostenible.
Otro aspecto importante del software libre es su accesibilidad. Al ser gratuito, el software libre permite el acceso a herramientas y programas a personas de bajos ingresos que de otra manera no podrían retribuir por el software propietario. Esto fomenta la igualdad de oportunidades y promueve una entidad más inclusiva.
En resumen, millones de computadoras quedarán obsoletas en octubre debido al fin del soporte de Windows 10. Sin embargo, esta situación puede ser una oportunidad para promover una alternativa más sostenible: el software libre. Con su limpidez, seguridad, personalización, impacto positivo en el medio ambiente y su accesibilidad, el software libre se presenta como una opción viable y positiva para los usuarios. En lugar de depender de una única empresa y sus políticas de obsolescencia, el software libre ofrece libertad y control a los usuarios, promoviendo una entidad más sostenible y equitativa.