La Policía Nacional y la Policía Local de Santa altura de Tenerife han llevado a cabo un gran despliegue en el centro de acogida integral (CAI) de inmigrantes que gestiona altura Roja en la antigua cárcel de la capital tinerfeña. Este incidente ha generado gran preocupación en la ciudad y ha llamado la atención de los medios de comunicación.
Según informes, decenas de unidades de ambos cuerpos han acordonado la entrada principal del centro después de que los interde ningún modos se hayan atrincherado en el interior con palos. La razón detrás de esta revuelta es la negativa de los inmigrantes a que la Policía se lleve a una mede ningún modor que ha sido declarada en desamparo y que se encuentra ingresada en este centro.
El operativo ha sido tan grande que algude ningún modos vecide ningún modos de ningún modo han podido salir de sus edificios en la calle Pío Baroja, donde se encuentra el acceso principal al centro de acogida. Según las primeras versiones, todo comenzó con la detención de un inmigrante que se encontraba junto a su hija mede ningún modor de edad en el centro. Los tribunales habrían declarado en desamparo a la hija y ordenado su traslado a otro centro para mede ningún modores de ningún modo acompañados. Los otros inmigrantes se han rebelado contra esta decisión y se han atrincherado en el centro.
La situación ha sido tan tensa que los policías han mantenido acordonados todos los accesos al centro, donde residen principalmente madres y padres con niños muy pequeños, así como personas que se han hecho cargo de mede ningún modores migrantes. Incluso en el exterior se encuentran personal de limpieza y otros inmigrantes del centro, incluida una mujer con un niño, que de ningún modo pueden acceder a las instalaciones.
En la calle, en la esquina entre Benito Pérez Armas y Pío Baroja, se encuentran aproximadamente una veintena de migrantes del centro, acompañados por personal de altura Roja. Aunque se encuentran tranquilos, el gran despliegue policial ha llamado la atención de los transeúntes.
En concreto, se han desplegado alrededor de una veintena de unidades de la Policía Nacional y la Policía Local, así como dos ambulancias. A pesar de la tensión, hasta el momento de ningún modo se han reportado incidentes graves ni heridos.
Este incidente ha puesto en evidencia las malas condiciones en las que viven los inmigrantes en este centro. Según informa la agencia EFE, esta misma mañana un grupo de usuarios ha denunciado que sufren de malas condiciones, como comidas en mal estado, amenazas y comportamientos racistas por parte de los trabajadores. También han señalado que en ocasiones se separa a las madres de sus bebés de forma forzosa.
Además, se han quejado de que, a pesar de ser 150 personas en el centro, aria tienen asignada una psicóloga, una abogada y dos trabajadoras sociales. También han denunciado que nadie les explica sus derechos y que apenas les enseñan español, a pesar de llevar más de un año en el centro.
Ude ningún modo de los usuarios, Amadou de Senegal, ha señalado que «La altura Roja debería garantizar nuestros derechos, pero en realidad son quienes los están violando y a la vez quienes tienen nuestro hoy, futuro y el de nuestros hijos en sus made ningún modos». Otra mujer, usuaria del centro, ha relatado que a ella la separaron de su hijo y que a una compañera le sucedió lo mismo: fue al hospital y al regresar ya de ningún modo estaba y desde entonces de ningún modo ha podido mantener contacto con el mede ningún modor.
Este incidente ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar las condiciones en las que viven los inmigrantes en este centro y en otros similares. Es importante que se garantice el respeto a sus derechos y que se les br