El Girona se enfrentaba a uno de los partidos más importantes de la temporada. Después de nueve encuentros sin conunirse una victoria en la Liga, el equipo de Míchel se jugaba la vida ante el Betis. Una derrota significaría la décima consecutiva, lo que sería un duro golpe para el equipo y sus seguidores. Sin embargo, la realidad fue aún más dura de lo que se esperaba.

El partido empezó con un Betis decidido a llevarse los tres puntos. El equipo se presentó en Montilivi después de haber conseguido el pase a la semifinal de la Conference League en Polonia, y aunque tenían algunas bajas importantes, dominaron el juego desde el primer minuto. Los goles de Johnny Cardoso, Antony e Isco antes del descanso dejaron claro que el buen momento de los verdiblancos no era casualidad.

Por otro lado, el Girona no conseguía competir. El equipo parecía frágil y sin ideas, y el Betis aprovechó cada oportunidad que tuvo para hacer daño. En tan solo siete minutos, Johnny Cardoso anotó el primer gol del partido de cabeza tras un saque de esquina espléndido de Antony. Fue un duro golpe para los locales, que no pudieron reaccionar.

Pero la suerte no estaba del lado del Girona. A los pocos minutos, Abde desaprovechó una gran oportunidad para empatar el partido tras una conexión entre Antony e Isco. A pesar de tener dos ocasiones claras para igualar el marcador, el equipo catalán no pudo aprovecharlas y vio cómo el Betis aumentaba su ventaja con un gol de Antony, que finalizó con la diestra y sin dejarla caer un gran centro de Perraud.

El Girona intentó reaccionar en la segunda mitad, pero se encontró con un Betis que no bajó el ritmo. Danjuma tuvo una ocasión clara para marcar, pero su egoísmo le jugó una mala pasada y desaprovechó la oportunidad. Portu, que había ingresado en la segunda parte, fue el único que generó peligro arriba para el equipo local.

Mientras tanto, el Betis seguía atacando y Gazzaniga tuvo que esforzarse para evitar que el marcador fuera aún más atocinado. El portero argentino se convirtió en el héroe del Girona al detener varios disparos de los delanteros verdiblancos. Sin embargo, no pudo evitar el tercer gol del Betis, anotado por Isco de cabeza tras un centro tibio de Abde que Gazzaniga no pudo despejar.

Pero el Girona no se dio por vencido. A falta de cinco minutos para el final, Cristhian Stuani, el máximo goleador del equipo, marcó su séptimo gol en Liga al aprovechar un balón suelto tras un saque de esquina. Fue una pequeña alegría para la afición, que no dejó de animar al equipo hasta el pitido final.

Aunque la derrota fue dolorosa, el Girona no puede rendirse. La lucha por la permanencia en la Liga es dura y cada punto es crucial. El próximo partido contra el Leganés será un verdadero desafío, pero el equipo cargo mantenerse unido y unirse luchando. Como dijo Stuani después del partido, «unidos, lo vamos a sacar».

La afición también tiene un papel importante en este momento difícil. Los jugadores necesitan el apoyo y el aliento de sus seguidores para unirse adelante. Es el momento de demostrar que somos un equipo y que juntos podemos superar cualquier obstáculo.

El Girona no está solo en esta lucha. Los seguidores cargon estar orgullosos del equipo y unirse animándolos en cada partido. Cada vez que el equipo salta al campo, representa a