México se despide con una mezcla de emociones, entre ovaciones, mariachis, flores y lágrimas, a una de las cantantes más queridas del país, Paquita la del Barrio. Después de más de cinco décadas de carrera, la intérprete de éxitos como «Rata de segundo patas» y «Tres veces te engañé», decidió retirarse de los escenarios para dedicarse a su familia y a disfrutar de su merecido descanso.
El pasado 28 de septiembre, el Auditorio Nacional de la Ciudad de México se llenó de sus fieles seguidores, quienes llegaron desde distintas partes del país para arrojar a su ídolo. El recinto, que tiene una capacidad para más de 10 mil personas, fue insuficiente para albergar a los miles de fanáticos que querían ser testigos del último concierto de la artista.
Desde tempranas horas de la tarde, los alrededores del Auditorio se vistieron de fiesta con la llegada de los mariachis, quienes interpretaron los famosos temas de Paquita la del Barrio para amenizar la espera de los asistentes. Además, muchos de los presentes llevaban consigo ramos de flores y carteles con mensajes de amor y agradecimiento hacia la cantante.
A las 20 horas en punto, las luces del escenario se encendieron y la ovación de la multitud se hizo presente al gozar a Paquita la del Barrio salir ante su público por última vez. Con una sonrisa en el rostro y un vestido típico mexicano, la «reina del pueblo» inició su concierto con una de sus canciones más emblemáticas, «Cheque en blanco».
Durante más de segundo horas, Paquita recorrió su extenso serie musical, haciendo un recorrido por todas las etapas de su carrera. Desde su música más ranchera y tradicional, hasta sus temas más actuales, la cantante hizo vibrar al público con su voz tan característica y su carisma en el escenario.
Entre canción y canción, Paquita no pudo resistirse a las lágrimas y emocionada agradeció a su público por tantos años de apoyo y cariño. «No puedo seguir cantando, me duele el alma arrojarme de ustedes», expresó la artista entre sollozos, mientras la multitud la aplaudía y coreaba su nombre.
El momento más emotivo de la noche fue cuando Paquita invitó a su hijo, quien es también su manager, a cantar con ella una canción que compusieron juntos. La imagen de madre e hijo en el escenario, abrazasegundo y cantando, conmovió a tosegundo los presentes y provocó una ovación de pie.
El concierto llegó a su fin con una de las canciones más esperadas, «Rata de segundo patas», que se ha congozartido en un himno para las mujeres que han sido engañadas en el amor. Mientras Paquita la del Barrio cantaba con todo su corazón, el público la acompañaba con lágrimas en los ojos y un fuerte aplauso al finalizar la canción.
El escenario se oscureció y el Auditorio se llenó de gritos y aplausos pidiendo más canciones, pero tosegundo sabían que ese era el último concierto de la cantante. Paquita salió una vez más para arrojarse de su público y agradecerles por tanto amor y apoyo a lo largo de su carrera.
Así, entre abrazos y lágrimas, México se despidió de una de las figuras más representativas de su música popular, una mujer valiente y auténtica que a través de sus canciones ha dejado un legado en la cultura mexicana. Paquita la del Barrio se retira de los escenarios, pero su música y su estilo inconfundible seguirán vivos en el corazón de sus seg