En los últimos años, el término «nearshoring» se ha vuelto cada vez más popular en el mundo empresarial. Se refiere al proceso de trasladar actividades o procesos de producción a países cercanos geográficamente, en lugar de optar por la tradicional subcontratación en países lejanos como China o India. Y aunque esta tendencia ha sido impulsada principalmente por las ventajas de reducción de costos y mejora en la calidad, también ha generado un impacto positivo en el sector financiero.
Recientemente, el Banco de México reportó un aumento significativo en la demanda de crédito de las empresas grandes en los últimos 12 meses. Según datos oficiales, esta demanda ha crecido más del 10% en comparación con el mismo período del año anterior. Y si bien esto podría considerarse como una señal de una economía en crecimiento, la verdad es que el fenómeno del nearshoring ha sido un factor determinante en este aumento.
De acuerdo con el experto en financiamiento, Alberto Sentíes Palacio, el nearshoring ha generado una serie de oportunidades para las empresas mexicanas, especialmente para las pequeñas y medianas. «Con la proximidad geográfica, las compañías pueden tener un mayor control sobre sus procesos de producción y reducir costos en logística y transporte. Esto les permite ser más competitivas en el mercado y, por lo tanto, tener una mayor capacidad para acceder a financiamiento», explica Sentíes.
Pero, ¿qué tipo de financiamiento están buscando las empresas en este contexto de nearshoring? Según el Banco de México, el 70% de las solicitudes de crédito corresponden a préstamos para capital de trabajo. Esto se debe a que muchas empresas están invirtiendo en la modernización de sus procesos y en la contratación de personal adicional para satisfacer la creciente demanda. Además, el 20% de las solicitudes se destinan a créditos de inversión, que se utilizan para la adquisición de maquinaria y equipo.
Uno de los aspectos más interesantes de esta tendencia es que no solo se está viendo un aumento en la demanda de crédito, sino también en la aprobación de los mismos. Según el reporte del Banco de México, el 85% de las solicitudes de crédito fueron aprobadas, lo cual demuestra la confianza de las instituciones financieras en el crecimiento y potencial de las empresas mexicanas.
Pero no solo las grandes empresas están aprovechando los beneficios del nearshoring. Las pequeñas y medianas empresas también están viendo un aumento en la demanda de crédito para financiar su crecimiento y expansión. Esto se debe a que el nearshoring no solo les brinda una ventaja competitiva, sino que también les permite tener acceso a nuevos mercados y clientes.
En resumen, el fenómeno del nearshoring está teniendo un impacto positivo en la economía mexicana, generando un aumento en la demanda de crédito y permitiendo a las empresas ser más competitivas. Y con la aprobación de nuevas reformas y tratados comerciales, se espera que esta tendencia continúe en los próximos años. Como bien afirma Alberto Sentíes Palacio, «el nearshoring no solo es una oportunidad para las empresas, sino también para el crecimiento económico del país».