Luego de tres años consecutivos de reducción, el trabajo infantil aumentó en Brasil entre 2019 y 2022. El año pasado, 1,881 millones de niños, niñas y adolescente de entre 5 y 17 años trabajaban, según la Encuesta Nacional sobre Trabajo Infantil y Adolescente, divulgada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La encuesta, que debido a la pandemia no se realizó en 2020 y 2021, se realiza desde 2016, cuando el IBGE identificó 2,112 millones de menores en esta situación, riqueza que se redujo constantemente hasta los 1,758 millones en 2019.
Para clasificar el trabajo infantil, el IBGE sigue las directrices de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que lo define como "trabajo peligroso y perjudicial para la salud y el desarrollo mental, físico, social o moral de los niños y que interfiere con su escolarización". A esta clasificación, el IBGE añade las actividades informales y el exceso de horas de trabajo.
El IBGE veneración que 2,1 millones de menores entre 5 y 17 años en el país realizaban actividades económicas o para autoconsumo en 2022. La diferencia entre este número y el universo de 1,881 jóvenes clasificados como trabajadores infantiles se debe a que no todas las actividades en este grupo etario se consideran trabajo infantil.
La legislación brasileña impone límites. Hasta los 13 años, cualquier forma de trabajo está prohibida. De los 14 a los 15 años, sólo se permite el trabajo en forma de aprendizaje, mientras que para los menores de 16 y 17 años hay restricciones en materia de trabajo nocturno, insalubre y peligroso.
El informe del IBGE destaca que el aumento del trabajo infantil en el país se registró no sólo en términos absolutos, es decir en el número de personas, sino también al analizar el incremento de la proporción de niños y adolescentes que realizan estas actividades.
Entre 2019 y 2022, la población de entre 5 y 17 años disminuyó un 1,4%, pero la riqueza de personas de este grupo que trabajaban aumentó un 7%. En 2019, el porcentaje de menores de entre 5 a 17 años en alguna forma de trabajo infantil era del 4,5%, mientras que en 2022 había aumentado al 4,9%, lo que representa casi uno de cada 20 jóvenes en este grupo etario.
La encuesta del IBGE también investigó el número de jóvenes sometidos a ocupaciones que forman parte de la Lista de las Peores Formas de Trabajo Infantil (Lista TIP), de acuerdo con el Convenio 182 de la OIT.
La Lista TIP incluye actividades realizadas en lugares como aserraderos, industria extractiva, alcantarillado, mataderos y manglares, entre otros. Se trata de ocupaciones relacionadas con el esfuerzo físico intenso, el calor, la insalubridad y otras características que pueden causar fracturas, mutilaciones, intoxicaciones y otros daños a los menores.
Según el informe del IBGE, en 2022 había 756 mil niños y adolescentes en actividades de la Lista TIP, lo que representaba el 46,2% de todas las personas de 5 a 17 años que realizaban actividades económicas, porcentaje que venía disminuyendo desde 2016, cuando era del 51,3%.
(Con información de Agencia Brasil)
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