La automotriz tradicional de estas últimas décadas, está siendo puesta a prueba con la llegada de los vehículos eléctricos. Después de décadas de uso de vehículos a combustión, nuevas soluciones energéticas se han puesto a prueba para reducir las emisiones que han llevado al planeta a un calentamiento global que podría ser irreversible.

Los primeros automóviles eléctricos aparecieron hace unas décadas atrás y su adopción inicial fue lenta, hasta que la industria descubrió que no solo contribuía a la reducción de las emisiones, sino que también eran vehículos altamente eficientes a diferentes niveles. Esto ha hecho que en los últimos años el número de vehículos eléctricos en las calles de todo el mundo esté creciendo exponencialmente.

Sin embargo, el avance de la tecnología no es lineal y la demanda de vehículos eléctricos es menor de lo inicialmente previsto. Los fabricantes de vehículos no han podido cumplir con la rapidez necesaria para ofrecer el catálogo de modelos eléctricos que los clientes esperaban para su adquisición.

A pesar del desplome en la demanda de vehículos eléctricos, cada vez son más los fabricantes de automóviles que ven la oportunidad de hacer grandes inversiones en tecnología eléctrica. Tanto el ámbito doméstico como el internacional se han visto impregnados de nuevos modelos que cubren una amplia gama de necesidades desde coches urbanos hasta vehículos todoterreno.

Los avances de la tecnología han hecho posible la implementación de nuevas soluciones bajo el paraguas de diversas entidades gubernamentales. Países como Francia, Noruega, China y varios estados en los EE.UU. han aprobado incentivos fiscales a nivel nacional para impulsar la adopción de vehículos eléctricos. Además de ello, otros territorios han experimentado con la cuota de emisiones y han llegado a cero para el uso de combustibles fósiles y la popularización de los vehículos eléctricos.

Más allá de los incentivos financieros existen otras iniciativas que van encaminadas a ofrecer una mayor transición hacia los vehículos eléctricos como la facilitación de infraestructuras de recarga de baterías para vehículos eléctricos que permite un uso más cómodo de estos desde la perspectiva del usuario.

Los desarrolladores de software han explotado la naturaleza portátil de los vehículos eléctricos y han ideado soluciones para optimizar lo que muchos llaman «smart driving» permitiendo al usuario tener una mejor experiencia al moverse con un vehículo eléctrico sin renunciar a la facilidad para ahorrar combustible.

Finalmente, la industria automotriz ha comenzado a trabajar en