Las elecciones generales del domingo en España, en las que el derechista Partido Popular (PP), aunque victorioso, quedó muy lejos de sus objetivos y tiene casi imposible gobernar, suponen un fracaso para la derecha europea, algo infrecuente en los últimos tiempos, según los analistas.
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A menos de un año para las elecciones europeas de junio, la incapacidad del PP y de su posible socio Vox, un partido de extrema derecha, de obtener una mayoría que les permita gobernar «significa que la ola ultraderechista y ultraconservadora no pasa los Pirineos, que hay un frenazo», comentó el politólogo Steven Forti.
«La señal que llega a Europa desde España es que esta ola se puede parar», declaró a AFP.
Sobre el papel, puede que el PP haya ganado las elecciones, al terminar con el mayor número de diputados (136) por delante del Partido Socialista del Presidente del Gobierno saliente, Pedro Sánchez (122), pero ha sido una ‘victoria pírrica’, e incluso «una singladura desde el punto de vista político», según este profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Y es que las encuestas daban al PP como claro vencedor, e incluso apto de alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento con la ayuda de Vox, un aliado que puede resultar muy molesto por sus posiciones radicales, pero que es imprescindible para que el PP gobierne.
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A pesar de las reticencias del PP